¿Cómo lograban obtener agua, en la antigüedad?
En la antigüedad, los asentamientos humanos trataban de emplazarse lo más cerca posible de un suministro constante de agua de calidad. En cualquier civilización y desarrollo de esta el agua ha sido un elemento esencial. En este sentido cuando más escaso es el recuso, más dependiente del mismo se volvían las poblaciones. El imperio romano fue de las primeras civilizaciones que implantaron mejoras muy importantes en la canalización y transporte del agua (acueductos, sifones, túneles, etc..), hasta las ciudades, implicando que estas se pudieran emplazarse a cierta distancia del agua.
Con el paso de los años, las mejoras técnicas y un mejor conocimiento de la hidráulica implicaron poder alejar los núcleos de población de las zonas de afloramiento o toma de aguas. He de destacar que la evolución ha sido una constante en el transporte del agua en superficie, implicando actualmente grandes obras civiles, con volúmenes y distancias impensables para siglos anteriores.
No obstante, en las zonas con menores recursos hídricos en superficie o con un régimen de precipitaciones muy irregular, la población acentúo la captación de agua subterránea, implicando estas profundidades moderadas, pero asegurando un suministro de agua a lo largo del año y de buena calidad. Estas captaciones empezaron de una forma muy rudimentaria, simplemente con un agujero en la tierra, en un emplazamiento adecuado (donde el nivel freático se presentará muy somero), procediéndose a la estabilización del agujero por medio de ladrillos o rocas cuando la envergadura de estos era moderada. Estas primeras captaciones presentaban sus limitaciones, sobre todo de caudal, y por tanto se extendían por núcleos de población pequeños, emplazamientos diseminados, o para usos puntuales. Para la ejecución de estas captaciones, se utilizaban medios manuales o animales, así como para su explotación en primera instancia. A pesar de su arcaica construcción y funcionamiento, hoy en día son extensamente utilizados, sobre todo en países subdesarrollados o en vías de desarrollo.
El incremento en la demanda del recurso hídrico, no solo para abastecimiento urbano, sino para la industria y sobre todo la agricultura, ha implicado la necesidad de captaciones menos limitadas en cuanto a la profundidad del nivel freático y caudales explotables. Las técnicas de captación y explotación de agua han incrementado mejoras técnicas y de materiales muy importantes en las últimas décadas, y han permitido el emplazamiento de ciudades, y grandes consumidores de agua en zonas o regiones donde era imposible hace pocas décadas. La evolución tanto de la captación y elevación, como en el tratamiento de las aguas, gracias a nuevas técnicas y conocimientos, han logrado disponer de agua potable en prácticamente cualquier punto del planeta.
¿Qué debemos tener en cuenta si nos planteamos la captación de aguas subterráneas?
- ¿Qué uso se pretende dar al agua extraída? Dependiendo del uso que se quiera dar se impondrán unos criterios de calidad. Es decir, es posible tener un caudal elevado, pero que la calidad de esta implique no poder utilizarla para uso potable, pero que sirva para el regadío
- ¿Caudal o volumen necesario? En este sentido, el acuífero y el tipo de captación condicionan los caudales y volúmenes a extraer, así como su recarga. En algunas ocasiones esto no se conoce hasta la finalización de la captación, existiendo pruebas específicas (ensayos de bombeo) para la determinación de estos valores. El grupo impulsor (bomba) no debe determinar el caudal máximo de explotación, y este debe estar limitado por el acuífero y la captación. (No por poner una bomba más potente vamos a sacar más agua de un pozo).
- ¿A que profundidad se encuentra nuestro acuífero y nivel freático? En cuanto a la profundidad del acuífero marcará que técnicas son las más adecuadas para la perforación o ejecución de la perforación, pudiendo ser más o menos costosas dependiendo de la profundidad, diámetro y de los materiales a perforar. En cuanto al nivel freático, la posición de este implicará el tipo y potencia de bomba sumergible a utilizar, además de todos los accesorios derivados a dicha instalación.
- Y por supuesto es muy importante saber si es viable el uso de estas aguas, es decir es necesario la posesión de las necesarias autorizaciones y concesiones, para el uso de las aguas subterráneas.
¿Cómo puedo saber si es viable realizar un pozo para la extracción de agua?
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- Mediante el estudio de antecedentes, mapas geológicos, fuentes, captaciones, sondeos de investigación, etc. se intenta determinar la disposición de las capas acuíferas en la zona de proyecto y la posición del nivel freático. En muchos casos esto determina la viabilidad inicial del proyecto, pero en cualquier caso se intenta conocer donde se encuentran los acuíferos y que materiales es necesario captar.
- Uso de técnicas geofísicas. Está muy extendidos los métodos eléctricos (SEV), debido a un coste moderado y se puede determinar con bastante fiabilidad donde se presentan las capas acuíferas. Como todos los métodos indirectos tiene sus limitaciones.
- Sondeos de investigación. Realización de perforaciones de menor coste y diámetro, para conocer el sustrato de la zona y la posición del nivel freático.